Dorsal Zero, nombre que ruge,
como trueno en la sierra, como fuego que surge.
No somos solo motos, somos alma y acero,
una tribu sin miedo, un destino sincero.
Rodamos unidos, sin mirar atrás,
el viento nos guía, la ruta es paz.
Cada curva es historia, cada parada un ritual,
la hermandad nos sostiene, el motor es vital.
Chaquetas gastadas, miradas de sol,
kilómetros vividos, gasolina y rock & roll.
No hay tormenta que frene, ni noche que asuste,
Dorsal Zero avanza, con el alma que embiste.
Si uno cae, todos paramos,
si uno ríe, todos brindamos.
Porque aquí no hay egos, ni tronos ni ley,
solo hermanos de ruta, y respeto en la piel.
Así seguimos, libres y fieros,
con el rugido eterno de Dorsal Zero.
Y cuando el camino llegue a su fin,
que nos recuerden como leyenda sin fin
